25/04/2014

A 99 años del genocidio armenio

turquia_4.jpg Ayer se cumplieron 99 años del Genocidio Armenio, perpetrado por el Imperio Otomano y el estado de Turquía entre 1915 y 1923. Aproximadamente un millón de armenios fueron masacrados, en lo que luego pasó a la historia como el «Primer Genocidio del siglo XX». Reproducimos una nota de Ramiro Giganti publicada en Indymedia en 2006, pero que sigue teniendo vigencia.


«Maten a cada mujer, niño y hombre armenio sin ninguna contemplación” Talaat Pasha (lider político del Comité de Unión y Progreso o «Jóvenes turcos”)

«¿Quién recuerda hoy la matanza de armenios?” Adolf Hitler.

«En Turquía fueron asesinados 30.000 kurdos y un millón de armenios». Orhan Pamuk (escritor turco)

Entre 1915 y 1923, aproximadamente un millón de Armenios fueron masacrados por el Imperio Otomano y el estado Turco. La sucesión de hechos ocurridos durante esos años es llamada genocidio armenio. Este fue planeado y administrado centralmente por el Estado de Turquía contra toda la población armenia del Imperio Otomano. La decisión para llevar adelante el genocidio en contra de la población armenia fue tomada por el partido político que detentaba el poder en el dicho imperio. Este fue el Comité de Unión y Progreso (CUP) o Ittihad ve Terakkí Jemiyettí, conocido popularmente como los «Jóvenes Turcos».

El 24 de abril de 1915″”tan sólo cuatro días después del estallido de la revuelta de Van»” el gobierno de los Jóvenes Turcos, comprobando que afrontaban una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio (tal y como ya hicieron griegos, serbios o búlgaros en su día), optó por deportar a sectores importantes de la población armenia hacia el sureste de Anatolia. Ordenó el arresto de varios cientos -más de dos mil, según fuentes turcas- intelectuales armenios. Se cree que la mayoría fueron ejecutados de inmediato.

turquia_3.jpg La gran mayoría de la población Armenia fue forzosamente removida desde Armenia y Anatolia a Siria, donde una gran parte de la población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed. Gran número de armenios fueron masacrados metódicamente a lo ancho y largo del Imperio Otomano. Mujeres y niños fueron raptados y brutalmente abusados. Toda la riqueza del pueblo Armenio fue expropiada. Después de menos de un año de calma al final de la Primera Guerra Mundial, las atrocidades contra el pueblo Armenio fueron reanudadas entre 1920 y 1923, donde los restantes armenios fueron victimas de más masacres y expulsiones.

Las masacres, expulsiones y los maltratos a los Armenios entre 1920 y 1923 fue realizado por los Nacionalistas Turcos, quienes representaban un nuevo movimiento político opuesto al de los Jóvenes Turcos, pero con quienes compartían la ideología sobre la exclusividad étnica del Estado Turco. Mientras los Jóvenes Turcos disfrutaban de su exilio y falsa condena, el gobierno turco es tomado por la fuerza y queda en manos de Mustafá Kemal «Atatürk», quién llevará a cabo meticulosamente con el plan genocida contra el pueblo armenio hasta el año 1923.

Sobre el pueblo armenio

Armenia fue uno de los primeros lugares en los que se desarrolló la civilización humana. Considerada por algunos especialistas como una de las primeras regiones donde se logró fundir el hierro y el cobre, también en Armenia algunos granos de cereales, como el centeno, pudieron haberse desarrollado por primera vez. Durante la mayor parte de su historia, Armenia fue regida u ocupada por potencias extranjeras, entre las que caben destacar los asirios, persas, romanos, mongoles, turcos y rusos. Los estados armenios independientes duraron cortos periodos de tiempo en el pasado; el de mayor duración estuvo bajo el gobierno del rey armenio Tigranes el Grande. Durante su reinado, el territorio controlado por los armenios se extendía desde el mar Caspio al Mediterráneo y comarcas de la actual Siria. Este periodo de independencia finalizó en el 69 a.C. con la invasión de los romanos. Armenia se convirtió en el 301 d.C. en el primer Estado cristiano del mundo.

Los armenios en la región de Anatolia (Imperio Otomano)

Hacia Finales del siglo XIX, ya se vislumbraba el comienzo de la caída del Imperio Otomano. De la misma manera, empezaban los terribles ataques al pueblo armenio. Bajo la débil gobernabilidad del Sultán Abdul Hammid II, en los años 1895 y 1896, se ordena el aniquilamiento de aproximadamente 300.000 armenios. Este personaje sería luego bautizado por la historia como el «Sultan rojo” o «el gran asesino”. Los hechos que motivaron el odio que promovió dicha masacre, están vinculados a la guerra Ruso-Turca entre 1877 y 1878 cuyas consecuencias pensionaron la convivencia entre distintas etnias dentro del imperio. Las leyes totalitarias como el fair, o el derecho de protección, amparaban que distintas etnias tengan permiso al pillaje hacia los cristianos (armenios). Uno de los permisos otorgados consistía en que cualquier musulmán tenía derecho a probar su sable en el cuello de un cristiano.

A partir de 1885, y luego de que se hayan ido esparciendo ideas iluministas y conceptos como libertad y revolución introducidos por autores como Hagop Melik, Hagopián o Jachadur Apovean, que se formarían los principales partidos políticos armenios en el exterior, pero con actividad dentro del Imperio Otomano. Algunos de ellos eran: El Partido Armenagán, La Federación Revolucionaria Armenia, el Partido Hunchakian, el Partido Ramgavar.

Luego comienzan a hacerse fuertes las rebeliones por parte de los Armenios, que respondían a los ataques de los Kurdos enviados por el sultán (años después los Kurdos También serían masacrados por el Estado Turco). El Sultán, ya no podía tolerar que los armenios tuvieran contacto con el mundo exterior y con el protestantismo, a través de misiones evangelistas que habitaban en la región de Anatolia.

La persecución resultante, junto con un incremento de los impuestos, dio a los armenios dos sólidas razones para una revuelta. En 1894, en Sasum se sublevaron rechazando pagar los impuestos requeridos. Su revuelta fracasó, aldeas Armenias fueron quemadas y miles de personas fueron asesinadas por tropas Kurdas.

El 14 de Agosto de 1896, en la Ciudad de Constantinopla (Hoy Estambul), un grupo de armenios toma el Banco Otomano y amenaza con volarlo. Esta acción fue un llamado de atención hacia las potencias europeas que dominaban financieramente el banco. Pese a no haber volado el banco, esta acción desató la furia, del sultán que ordenó nuevas matanzas. Grupos de turcos musulmanes organizados por tropas del gobierno ahogaron en sangre el esfuerzo matando más de 50.000 disidentes Armenios.

A las masacres ocurridas entre 1894 y 1897, se las llama «masacres hamídicas” por el Sultán Hammid II. Una década después, en Abril de 1909, hubo una segunda ola de matanzas conocida como «Masacre de Cilicia”. En esa masacre se calcula que murieron unos 30.00 Armenios.

El Imperio Turco Otomano en la 1era Guerra mundial

El Imperio Turco Otomano entró en la 1era Guerra Mundial el 29 de Octubre de 1914. A finales de ese año, el gobierno aprobó una nueva ley, según la cual todos los hombres adultos menores de cuarenta y cinco años y aptos para las armas debían alistarse en el ejército o pagar un impuesto especial para ser excluidos del servicio militar. A causa de esta ley, la mayoría de los hombres útiles fueron alejados de sus casas, y quedaron sólo las mujeres, los niños y los ancianos. A comienzos del año 1915, los turcos fueron derrotados en la batalla de Sarikamis y las fuerzas rusas se internaron en territorio turco, en una zona en la que ya se habían producido fricciones interétnicas entre armenios y musulmanes. Numerosos militantes armenios colaboraron con las tropas rusas. Las organizaciones nacionalistas de combatientes armenios buscaban la formación de un Estado independiente en el extremo oriental de Anatolia con el favor de los rusos. Rusia, sacando provecho de la religión común y del malestar que tenían los armenios en el Imperio Otomano, promovió el nacionalismo armenio. En 1916 los rusos ganaron algunas batallas, alrededor del Lago Van, ciudades eran conquistadas y perdidas nuevamente. La guerra no terminaba de culminar a favor ni de Rusia, ni de Turquía. La Revolución rusa de 1917 puso fin a los enfrentamientos. Al terminar la guerra, los turcos permanecieron en Anatolia oriental.

El Genocidio desde 1915

Tras la derrota en la batalla de Sarikamis, los «Jóvenes Turcos” culparon a los armenios. Luego llego la orden de parte de Enver Pasha para que todos los reclutas armenios del ejército otomano sean desarmados, desmovilizados y destinados a campos de trabajo. La mayoría de ellos fueron ejecutados o convertidos en peones camineros. Pocos sobrevivieron. Más tarde, el 24 de abril de 1915, el gobierno de los Jóvenes Turcos, comprobando que afrontaban una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su Imperio (tal y como ya hicieron griegos, serbios o búlgaros en su día), optó por deportar a sectores importantes de la población armenia hacia el sureste de Anatolia.

Los turcos tenían un plan secreto contra los armenios que pondrían en práctica en cuanto llegase la oportunidad, y lamentablemente el comienzo de la Primera Guerra Mundial, fue «esa» oportunidad. El plan fue ideado, premeditado, planificado y sistemáticamente ejecutado. Se pueden diferenciar varias etapas:

Desarme: Se confiscaron las armas de la gran mayoría de la población. Armas que habían sido entregadas a la población para la guerra Ruso-Turca.

Decapitación Intelectual del Pueblo: Primeramente se desharían de los intelectuales, políticos, poetas y religiosos, para evitar que el pueblo pueda organizar una rápida y eficiente defensa. El secuestro de más de 600 intelectuales comenzó precisamente un nefasto 24 de Abril de 1915, en la ciudad de Estambul.

Desmasculinización: No habían dejado nada al azar, con la excusa de la Gran Guerra enrolaron en el ejército turco a todos los hombres armenios entre 15 y 45 años, lo suficientemente fuertes como para sostener un fusil que nunca se les entregó. A los soldados sólo se los utilizó como mano de obra para construir trincheras que inmediatamente se transformarían en sus propias tumbas.

Eterna Caravana hacia la Muerte: La deportación. Los turcos debían borrar de la faz de la tierra a los armenios y todo vestigio de cultura armenia, para que nunca exista una «Causa Armenia» basada en reclamos territoriales o garantías y derechos para las minorías. Las órdenes las dio el mismo ministro del interior Talaat y debían ser cumplidas «»¦ sin titubeos y haciendo caso omiso a la conciencia»¦», decía su terrorífico telegrama. Sucede que las órdenes eran tan inhumanas que algunos soldados turcos o jefes del ejército, no podían creer lo que se les estaba pidiendo, y pedían explicaciones o aclaraciones. El resultado: fueron fusilados aquellos que se negaron a responder las tales órdenes.

Los sobrevivientes

Lo que impidió la consumación total del plan de exterminio del pueblo armenio, fueron las fuerzas rebeldes que, con gran valentía, lucharon e impidieron, al menos por varios años, la invasión de los turcos a sus pueblos y aldeas. Eso posibilitó que existan sobrevivientes. Otros sobrevivieron confundidos por cadáveres, o por esconderse durante la deportación. Como en todo genocidio, son sus sobrevivientes quienes desde la resistencia cultural y el testimonio mantienen viva la memoria de su pueblo.

El reconocimiento actual al genocidio:

91 años después de comenzado el genocidio, el estado turco niega reconocer estos atroces crímenes de lesa humanidad. El estado turco defiende una postura que se basa en que el Imperio Otomano luchó contra la sublevación en su territorio soberano de la milicia armenia, respaldada ésta por el gobierno ruso.

En general, los historiadores occidentales coinciden en que el genocidio tuvo lugar. La «International Association of Genocide Scholars», organización dedicada al estudio del genocidio, por ejemplo, reconoce formalmente el genocidio armenio y lo considera innegable. Numerosas naciones e incluso la ONU, reconocen que lo ocurrido con el pueblo armenio fue un genocidio. Sin embargo, hay varios países, como Estados Unidos, Reino Unido e Israel, que no utilizan el término «genocidio» para referirse a estos hechos. Curiosamente (o quizás no tanto conociendo las atrocidades que se comente hoy hacia el pueblo palestino), el estado de Israel, que se adjudica la representación de un pueblo que fuera víctima de un genocidio, no le reconoce a estos hechos (que incluso sirvieron como antecedente a Hitler para llevar a cabo su plan de exterminio) el concepto de genocidio.

turquia_2.jpg Actualmente numerosas personalidades vinculadas al pueblo armenio se expresan públicamente dando a conocer estos hechos. Entre algunos miembros denominados «hijos de la diáspora armenia” se encuentran el artista Vartkes Soureniants, Arshile Gorky, el cantante Charles Aznavour, el grupo de Rock «Systen of a Down, o el director de cine canadiense Atom Egoyan, quien realizó la película Ararat, que cuenta un importante testimonio sobre el genocidio armenio.

El caso Orhan Pamuk

Orhan Pamuk, es un escritor turco nacido en Estambul el 7 de Junio de 1952. En febrero de 2005, Pamuk declaró en una entrevista para el diario suizo Tages Angeizer que en Turquía fueron asesinados «30.000 kurdos y un millón de armenios». A raíz de sus declaraciones el escritor, que residía por entonces en Turquía, fue objeto de una campaña de hostigamiento que le obligó, según afirma él mismo, a dejar el país.

turquia_1.jpg En junio de 2005, el código penal turco incorporó un nuevo artículo -el artículo 301- según el cual el que insulte explícitamente a Turquía puede ser condenado a una pena de prisión de entre seis meses y tres años. A Pamuk le fue aplicado este artículo con carácter retroactivo, y fue procesado por las declaraciones que había realizado en febrero. Se le citó para ser juzgado el 16 de diciembre de 2005. Después de ser procesado, Pamuk repitió sus declaraciones cuando le fue entregado el Premio de los Libreros de la Feria del Libro de Frankfurt.

El caso de Pamuk causó revuelo internacional, y puso en el punto de mira el cuestionado respeto de Turquía a los derechos humanos.

No obstante, en Turquía, algunos comentaristas han llamado la atención sobre el hecho de que, en el pasado, tanto en su obra como en su vida pública, Pamuk había mostrado escasa sensibilidad hacia el genocidio armenio, por lo que califican su actitud actual de oportunista.

Sobre la memoria Armenia en Argentina

El pueblo armenio cuenta con una importante comunidad armenia en Argentina. En los últimos años, cerca de los 24 de abril, se vienen convocando marchas hacia la Embajada de Turquía. Para el sábado 22 de abril, se convocó a una marcha recordando los 91 años del genocidio. En Rosario, existe un pequeño monumento a la memoria, que fue realizado por inmigrantes armenios el año pasado en conmemoración a los 90 años del genocidio.

Actualmente la comunidad armenia esta realizando varias campañas y acciones buscando darle difución al genocidio armenio, reclamandole a los medios de difución que hagan mención a lo ocurrido y a la impunidad de quienes niegan este genocidio.

Más información:

www.genocidioarmenio.org



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