24/04/2014

A un año del descubrimiento de la infiltración de Balbuena en la Agencia Rodolfo Walsh

2-1038.jpg Luego de formar parte activa de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh durante once años, una interna del Ministerio de Seguridad de la Nación permitió saber que Américo Balbuena era en realidad un oficial de inteligencia de la Policía Federal. Enredando Las Mañanas, el programa de radio de la Red Nacional de Medios Alternativos, dialogó en su edición de este martes 22 de abril, con Rodolfo Grinberg, uno de los fundadores de la Agencia Walsh, quien se refirió a cómo está actualmente la causa judicial por espionaje, además de reflexionar sobre lo sucedido y sus consecuencias.


Hace un año la información caía como un balde de agua helada. Américo Balbuena, uno de los históricos integrantes de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh, a la que había ingresado en 2002 tras formar parte de la Red de Corresponsales Populares de FM La Tribu, era en realidad un oficial de inteligencia de la Policía Federal, infiltrado en un medio alternativo en contacto directo con movimientos y organizaciones sociales.

«El poder tiene la necesidad de saber en qué andamos, de juntar información para utilizarla en el momento oportuno para reprimir o lo que sea que necesiten. Los medios alternativos somos un lugar propicio para que ellos puedan extenderse y mirar, infiltrar otras organizaciones, afirmó Rodolfo Grinberg, uno de los fundadores de la Agencia Walsh, en diálogo con Enredando Las Mañanas.

En este sentido, Grinberg consideró que el hecho de que Balbuena haya ingresado a la Walsh y no a otro medio alternativo fue fortuito: «creo que ellos encontraron el momento justo para infiltrarse, aprovechándose de la relación personal que yo tenía con Américo Balbuena por conocerlo de la escuela primaria a la que íbamos los dos. Antes de estar en la Walsh, Américo estuvo en la Red de Corresponsales Populares de La Tribu. Pero esta red se desarmó, por eso él no continuó, buscó otro lugar y el nexo conmigo fue el vínculo propicio que ellos necesitaban para poder hacer pie en alguno de los medios, lo que no quita que haya otros infiltrados en otros medios populares, no lo sabemos, yo creo que sí, tanto las agencias alternativas o los medios alternativos como las redacciones de los medios nacionales están llenos de policías. Ese laburo de inteligencia lo siguen haciendo”.

policia balbuenaEl verdadero propósito de Balbuena en la Walsh se conoció gracias a una interna dentro del Ministerio de Seguridad de la Nación, que en ese momento encabezaba Nilda Garré. Desde el propio Ministerio le informaron a la Agencia quién era en realidad Balbuena: «fue directamente desde Garré que nos entregan la información servida en bandeja”, recordó Grinberg.

Transcurridos varios meses, existen en la actualidad dos causas judiciales. Por un lado, la denuncia por espionaje iniciada por los integrantes de la Agencia Walsh y organizaciones sociales y de derechos humanos, que se encuentra en el juzgado de Sergio Torres, que poco ha avanzado ya que únicamente se tomaron algunas declaraciones. «Nuestra abogada, Miryam Bregman, me dio un dato de cómo se traban las causas. A Balbuena le secuestran la computadora, a la que hay que peritar, pero para eso aparentemente lo mandan a la Universidad Tecnológica Nacional para que dupliquen el disco rígido. Para eso el Consejo de la Magistratura, no sé quién, tiene que aprobar el gasto, y creo que en eso andaban todavía. Hace un año que estamos y no se peritó el disco rígido”, manifestó Grinberg en diálogo con Enredando Las Mañanas.

Una de las personas que ya declaró es Marcelo Saín, diputado provincial por Nuevo Encuentro, quien se refirió al funcionamiento de la división Reunión de Información de la Policía Federal a la que pertenecía Balbuena y aseveró que pueden existir mil agentes con funciones similares.

La otra causa es anexa y se abrió por el saqueo a la página de la Agencia Walsh: «creo que simultáneamente se dio lo mismo en la página de la Red Nacional de Medios Alternativos y otros medios más. En el caso de la Walsh se cayó por completo la página y coincidió con la denuncia. El día que estábamos denunciando públicamente la existencia de este infiltrado, se cae la página. En realidad no confiamos en la vía jurídica de estos temas, finalmente creo que no va a pasar nada, que Balbuena va a seguir caminando por la calle, que sus jefes van a seguir caminando por las calles y espiando a otras organizaciones, y que esto es parte de la lucha política que venimos dando todos, medios y organizaciones populares contra la actividad policial de vigilancia, contra estas políticas de seguridad interna”, afirmó Grinberg.

Desde el lado gubernamental, lo último que se supo del caso fue el 3 de abril cuando Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda y de los Trabajadores por la provincia de Mendoza, le preguntó sobre este tema al jefe de gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, durante la presentación de su informe de gestión en el Congreso.

En este marco, Del Caño le consultó por qué el gobierno mantiene la división Reunión de Información de la Policía Federal, creada por decreto durante una dictadura. Al respecto, Capitanich respondió: «cuando el ministerio de Seguridad tomó conocimiento de sus actividades en la Agencia Walsh se inició una investigación sumaria para determinar si hay incompatibilidad entre su desempeño como oficial de Inteligencia y su participación en la agencia de noticias; y hay cargos contra él y contra su superior directo pero la investigación administrativa interna se encuentra a la espera de la actuación judicial que pudiera implicar una sanción aún más grave («¦). También se plantea claramente la revisión de la vigencia del decreto y sus modificaciones para su derogación y funcionamiento, pero eso se lo voy a transmitir en el transcurso de la semana próxima por nota”. Pasaron veinte días y Del Caño aún no recibió contestación.

Más allá de los avances judiciales y las respuestas que deben dar desde el Ejecutivo, nada se sabe de Américo Balbuena: «Luego de este suceso le perdí el rastro. Su casa de soltero, que es la que yo conocí, queda a pocas cuadras de la mía y está permanentemente cerrada, hace mucho tiempo que no veo que se abra. Antes él iba de vez en cuando para ventilar, porque él no estaba viviendo ahí pero la casa la conservaba. Ese es el lugar donde fue el allanamiento, donde lo encontraron, pero él no vivía ahí me parece que de alguna forma estaba como esperando el allanamiento. O posiblemente, esto lo ignoro, la mujer lo había echado. Yo supongo, y es algo mío porque no lo sé, que ella desconocía que él fuera policía”.

Desde Enredando Las Mañanas le consultamos a Grinberg sobre cómo repercutió en la Agencia Walsh lo sucedido con Balbuena: «la agencia ya venía con mucho conflicto hacia adentro «“explicó»“, esto fue una bomba, explotó dentro de la agencia, y todavía estamos tratando de resolver. Al principio hubo mucha paranoia por parte de los compañeros y compañeras. Y ahora estamos pensando en cómo prevenir, en realidad somos demasiados inocentes, confiados, no es que nos tengamos que volver desconfiados o no confiar en el compañero que está caminando al lado nuestro, pero sí pensar juntos qué hacemos para tomar algún recaudo. El miedo paraliza y la paranoia obviamente más, con esto buscaban inmovilizarnos”.

Lo cierto es que la Agencia Walsh en ningún momento dejó de publicar y producir información: «Somos conscientes de eso, y es verdad hasta en los peores momentos, por ahí con peor calidad, pero hemos tratado de estar en la calle, que es nuestra función. Y hoy estamos tratando de salir de esto, pensando por dónde pasa la seguridad, y la verdad que pasa por un montón de lugares que tendremos que debatir y que quisiéramos compartirlo con los compañeros de la RNMA”, finalizó Rodolfo Grinberg.

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