Neuquén, el día después: la emergencia
Pasaron las supuestas peores horas del temporal que anduvo por el Alto Valle rionegrino y neuquino, las consecuencias siguen mostrando que no son de estos hechos, sino de la falta de políticas estatales. La solidaridad de organizaciones, sindicatos, estudiantes y grupos autoconvocados de personas siguen paliando las falencias de las autoridades. Hay barrios aislados, falta de agua, falta de electricidad. Una señora murió porque no llegó la asistencia médica en Neuquén. Un chico está internado por haberse electrocutado en el estigmatizado barrio Anai Mapu de Cipolletti. Hoy tampoco habrá transporte, ni clases, ni administración pública. Pero continúa abierta a tiempo completo la burbuja desde la que hablan las cúpulas felicitándose mutuamente por haber «superado exitosamente la situación”. Por Soledad Arrieta. Foto gentileza Cecilia Maletti
Llovió durante la noche y de a ratos caen algunas gotas. Desde la madrugada se sumó un viento de esos que por esta zona conocemos bien. Más de dos mil personas permanecen en establecimientos habilitados como refugios por no estar sus hogares habilitados para albergarlas en esta circunstancia. Sabemos que el número es un dibujo: que en las zonas afectadas de estas dos provincias norpatagónicas son muchas y muchos más los que viven de forma precaria.
Las calles están inundadas y gran cantidad de barrios cercados por el agua. Acá y del otro lado del río también. Los asentamientos del desinterés, por ilegales, por no tener la posibilidad de acceder a un pedazo de tierra privado con papeles y todos los chiches, por criminalizables.
La solidaridad de las organizaciones sociales, sindicatos, grupos estudiantiles y personas autoconvocadas para ayudar se sintió y se siente. En distintos puntos de las ciudades atacadas por la falta de políticas devenida oportunamente en tormentas climáticas, se reciben donaciones y se llevan a las y los afectados.
Otro día más en que la población precarizada debe asistir a ocupar sus puestos de trabajo -por órdenes de una patronal incapaz de empatizar con quienes no pueden observar la ciudad desde un balcón-, pero no tiene en qué llegar. Que los hospitales funcionan a media máquina, esta vez no por la falta de recursos asignados por el Estado, sino por su situación edilicia, deplorable, que refleja la importancia que las y los políticos le dan a la salud pública. Que el agua potable no llega a las regiones que se escapan de los centros de las localidades llovidas.
El Ministro Gabriel Gastaminza no pierde oportunidad para referirse a la «inseguridad” y advierte que en muchos barrios se tuvo que «reforzar la seguridad” para «evitar situaciones delictivas”. La vicegobernadora Ana Pechén sonríe a las cámaras y se regocija del «éxito” con el que fue superada la tormenta. Sapag sigue con su paseo de entrega de recursos al imperio. El gobernador que heredó la conducción de la vecina provincia, Alberto Weretilneck, también se mostró conforme con la actuación oficial, aunque se refirió, como lo hizo cada una de las autoridades, a «los afectados por el temporal”, culpando al clima. La presidenta Cristina Fernández y sus colaboradores llaman por teléfono y mandan twitts.
Después del mediodía mejoraría la situación climática. Tal vez tengan que pasar otros cuarenta años para que surja la misma preocupación.
Lugares donde se reciben donaciones:
Sindicato Ceramista (Las Heras y Carlos H. Rodríguez).
Local del Partido Obrero (Intendente Carro y Misiones).
Unter seccional Cipolletti (Paraguay 474).
FM Antena Libre (Venezuela y Chaco, Fiske Menuco-Roca).
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNCO (Mendoza y Perú, Fiske Menuco-Roca).
@SoledadArrieta
Fuente: http://www.cartagoweb.com.ar/
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Fotos:
La lluvia dejó grietas en las calles barrios ubicados al pie de la barda, casas inundadas y más de 700 evacuados en la ciudad. Hoy continúan precipitaciones leves y vientos fuertes.
Fuente: 8300 web