29/06/2013

«El 27% de desocupados de 2002 son el 37% de trabajadores precarizados de hoy”

No_estan_solos_300_.jpgAntes de la marcha de las antorchas, el último 25 de junio, ANRed dialogó con integrantes del FOL, el MTR-DD, el FPDS y el FPDS-CN, sobre el significado de la concentración en el puente, el rumbo que tomaron los movimientos sociales en los años siguientes a la masacre de Avellaneda, y el debate que enfrentaron en los últimos meses, estos espacios, acerca de si afrontar o no la disputa electoral. «Es importante establecer con claridad una mirada anticapitalista, antiimperialista, pero que además sea capaz de dialogar con sectores más amplios de la población”, señaló Pini, del FOL. Por ANRed.


Si el agua del Riachuelo no tuviese esa imagen fija, inanimada, fruto de la contaminación, sería más acertado decir que corrió mucha agua debajo del puente Pueyrredón, desde el 26 de junio de 2002 hasta hoy, junio de 2013. Más de una década pasó desde las asambleas de 2001, cuyos ecos todavía resonaban cuando de las escopetas de la policía bonaerense salieron los disparos que impactaron contra Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Tal fue la recomposición de la democracia representativa, que incluso en los movimientos sociales, en quienes mantienen vivo el nombre de las víctimas de la masacre de Avellaneda, se impuso, en los últimos meses, la discusión en torno a la posibilidad de disputar, en las urnas, posiciones de gobierno.

Antes de la marcha de las antorchas, el 25 de junio, ANRed dialogó con integrantes del Frente de Organizaciones en Lucha, el Movimiento Teresa Rodríguez por la Democracia Directa, el Frente Popular Darío Santillán y el FPDS Corriente Nacional, sobre el significado de la concentración en el puente, el rumbo que tomaron los movimientos sociales en los años siguientes al 2002, y el debate que enfrentaron en los últimos meses, estos espacios, acerca de si afrontar o no la disputa electoral.

ANRed: ¿Cuál es el significado de estas jornadas hoy, a once años del crimen de Darío y Maxi?

Natalia (FPDS): Primero, seguir pidiendo justicia. Mientras no haya justicia, siempre vamos a estar denunciando y, sobre todo, recordando a los compañeros desde la acción. Nosotros, cuando hablamos de Darío, hablamos de multiplicar su ejemplo, su ejemplo de lucha. Que esa actitud que tuvo Darío podamos verla en todos los compañeros, en el día a día. Por eso nos interesa que este espacio, la estación, se transforme en un espacio vivo, de historia y memoria.

Quique (MTR-DD): Me parece que ese famoso día del 2002 es un hito en la historia de los movimientos piqueteros, que fueron, creo, la expresión más dinámica, en esos años, de la lucha contra la opresión y contra el capitalismo. Mantener ese fuego encendido es, también, mantener la historia de la rebelión del 2001, que de alguna manera sigue viva, porque todavía está pendiente la resolución de muchos de los problemas que se plantearon en esa rebelión. Si bien es cierto que estamos en un momento diferente, me parece que mantener eso abierto es lo que nos permite, de alguna manera, pensar hoy un país para el futuro.

Pini (FOL): Es parte de la memoria histórica que hay que recuperar, de la historia de todo un proceso de resistencia que se gestó en el sector más empobrecido del pueblo. Creo que se trata, también, de unir ese hilo que ata todas las luchas en la historia de la Argentina, y parte de esa historia son Darío y Maxi, como miles de chicos que se acercan a la política con aspiraciones de cambio profundo, con ideales. Que se diferencia bastante de lo que hoy estamos acostumbrados a ver desde el aparato estatal, con movimiento gestados desde el propio Estado, con fondos del Estado. Bueno, eso significan para nosotros Darío y Maxi. Es, de alguna manera, continuar el ejemplo y mostrarles, también, a las nuevas camadas de militantes que hay otra forma de hacer política, independiente y gestada desde el campo popular.

Yanina (FPDS-CN): Por un lado, es seguir exigiendo justicia, porque los responsables políticos de la masacre de Avellaneda no solo están libres, sino que muchos siguen con cargos públicos y ahora se presentan a elecciones. Por otro, tiene que ver con lo que representaban Darío y Maxi como compañeros en ese momento, y lo que somos nosotros. Nosotros somos jóvenes que tenemos la misma edad que tendrían ellos, que nos empezamos a organizar a fines de los 90, contra muchas cuestiones que tenían que ver con el neoliberalismo. Hoy, sigue habiendo un montón de injusticias por las que seguimos luchando y muchas cuestiones que queremos cambiar, que hacen que esta sea una jornada de resistencia y de lucha.

ANRed: ¿Cómo ves el rumbo que tomaron los movimientos sociales, desde el 2002 hasta ahora? ¿En qué aspectos mantienen su espíritu original y en cuáles se reconfiguraron?

Natalia (FPDS): La realidad no es la misma que hace 10 años, pero la posibilidad de laburar diferentes ejes, además del trabajo «“porque el eje del trabajo sigue hoy»“, como la educación popular, la cultura, los medios de comunicación, creo que fue algo que se pudo hacer en estos años, teniendo toda esa base inicial. Hay una reconfiguración y una consolidación, pero manteniendo las cuestiones de base: la democracia directa, las asambleas. Después, la cuestión electoral es algo que se viene discutiendo, y algunos le estamos dando una vuelta, para ver si podemos acompañar esos procesos, pero manteniendo esa esencia.

Quique (MTR-DD): Los movimientos sociales fueron absorbidos, en buena medida, por la política oficial. Me parece que era inevitable, porque muchos no tenían un proyecto político concreto, que no fuera el reclamo «“que no era menor, pero que no era un proyecto político»“ de ser reincluidos. Yo creo que los principales luchadores por la inclusión social «“tanto que habla el Gobierno de inclusión social»“ fueron los movimientos de trabajadores desocupados. Pero el problema fue no haber podido construir una propuesta política. Que no podía ser propia, simplemente, sino del campo popular, de los trabajadores en general. Yo creo que esa es la discusión de hoy. La reconfiguración se ha dado de esa manera: quienes fueron absorbidos por distintos espacios políticos, y quienes luchamos, desde la misma trinchera, aun con diferencias, por constituir una propuesta política con otros sectores de trabajadores.

Pini (FOL): La situación política es bastante distinta a la de 2002. Ha habido una recomposición de los sectores dominantes del país, que crearon nuevas estrategias para mantener el orden y recuperar la institucionalidad, que estaban muy lejanas en aquel caluroso diciembre de 2001. El cambio de situación hace que los movimientos también tengamos que pensar nuevas tácticas, que respondan a la nueva coyuntura. Muchas de las cifras que manejábamos en el 2002, que era el 27% de desocupados, hoy se transformaron en el 37% de los trabajadores precarizados. Esa precarización que es estructural, que eran los viejos desocupados que hoy trabajan prácticamente sin ningún tipo de derechos, condenados a vivir con dos mil pesos por mes, es parte de este nuevo momento. Y los movimientos tenemos que dar respuesta, pero sin limitarnos a la lucha reivindicativa. Al tremendo trabajo social y político que se hace en muchos barrios, en muchas provincias del país, hay que incorporarle una mayor proyección política. Creo que en la actualidad se han dado pasos en este sentido. Lo importante es establecer con claridad una mirada anticapitalista, antiimperialista, pero que además sea capaz de dialogar con sectores más amplios de la población.

ANRed: En el último tiempo, algunos movimientos sociales afrontaron la discusión en torno a la cuestión electoral; ¿cuál es su posición respecto a ese debate?

Quique (MTR-DD): Yo creo que es un tema insuficientemente discutido. Las elecciones son parte de la lucha política. No nos parece que alguien tenga que ponerse de rodillas para pedir perdón si decide presentarse. Nosotros no lo estamos haciendo en este momento, pero eso es un déficit. Creo, también, que los compañeros que sí van a hacerlo vienen de un espacio, y tienen el límite de no haber podido «“así como nosotros tampoco hemos podido»“ construir una propuesta única, común, de todo ese espacio. Ese es el gran déficit que hay. Pero, también, es un problema que no se puede seguir discutiendo en el aire.

Yanina (FPDS-CN): Nosotros armamos una herramienta electoral que se llama Patria Grande, y los lugares donde nos vamos a presentar son La Plata y Luján. En Luján seguramente trabajaremos en conjunto con Marea Popular, y en La Plata, con la Juventud Guevarista. Después, estamos tratando de, en los lugares donde construimos poder popular y hay organizaciones de la izquierda independiente con las que hace años venimos caminando y se van a presentar, trabajar de conjunto y aportar. Por un lado, tiene que ver con la legitimidad que tienen hoy las elecciones para la gente. Por otro, con leer cosas que están pasando en Ecuador, en Venezuela, en Bolivia»¦ Para nosotros, es un espacio más de construcción, y se trata de visibilizar y masificar nuestra política. Creemos que estamos en un momento donde hay posibilidad de hacerlo y vamos a probar.

Pini (FOL): La cuestión electoral siempre ha sido un debate muy complejo. Me parece como movimientos populares podemos adoptar una táctica electoral en determinado momento, pero hay que tener en cuenta que las instituciones y el Estado logran, en general, institucionalizar la rebeldía. Entonces, siempre es importante tener muy firme la estrategia, para no desviarse en una táctica. Me parece que esa discusión no puede estar separada de la propuesta política que contenga en su seno una mirada realmente emancipatoria. Yo creo que el gran peligro que siempre hay es creer que solamente con reformas se va a poder llegar a un camino de modificación de la situación de la clase trabajadora. Creo que esta discusión a veces se da, en el marco de la izquierda, un tanto lejana de la participación de la clase trabajadora. Entonces, lamentablemente, no estamos exentos de terminar discutiendo los cargos, de una manera muy parecida a la que lo hacen los distintos proyectos de la burguesía, sin debatir la propuesta política.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba