12/12/2012

Una necesidad: la vivienda

viviendas.jpgLa vivienda digna, un sueño cada vez más lejano para los trabajadores y trabajadores que en su mayoría tienen empleos precarizados, tercerizados, en negro o con bajos salarios. Por El Roble*


Para hablar de la falta de vivienda tenemos que remitirnos a la base material y pensar qué es lo que pasa con el trabajo. ¿Qué condiciones hay para los que sólo tenemos nuestra fuerza para vender? Pero para poder trabajar primero necesitamos estar alimentados, poder vestir con alguna ropa y tener donde vivir. El sistema ya no puede garantizar lo indispensable para la vida de millones. Es un problema real que va en ascenso y como dijimos no es sólo un problema de vivienda, es de trabajo, de educación, de salud, de calidad de vida, es una cuestión social.

En 2010 las cámaras inmobiliarias y de la construcción estiman el déficit de viviendas en 2,5 millones.

Por esto podríamos decir que la toma de tierras y ocupaciones de casas es una de las formas que tenemos como pueblo pobre para salir del atolladero que significa no tener donde vivir. Es muy común en estos días ver situaciones de este tipo y en la medida que no haya soluciones de fondo seguirá agravándose. Este gobierno que se proclama de los derechos humanos, no pudo hacerle el «ole» a algo tan sentido en la población y tubo que hacer algo, que aunque fue mínimo, calmo las aguas, y con algunas promesas estiro la esperanza, «tal vez, algún día nos toque”.

Es decir, lo indispensable para vivir ya no está en discusión, ya que ningún gobierno de turno que responda a uno u otro sector burgués puede darle una solución de fondo. No es posible solucionarlo dentro de este sistema donde la propiedad privada sobre los medios de fabricación y la explotación del hombre son su base y todo gira en torno a como ganan más plata.

De acuerdo a la Comisión de la Vivienda de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en 2008 en la ciudad había más de 10.000 inmuebles ocupados; 500.000 personas se encontraban en emergencia habitacional (sobre un total de poco menos de 2,8 millones de habitantes); 300.000 vivían en villas, y 30.000 en asentamientos precarios, a lo que se sumaban varios miles que habitaban en conventillos y hoteles en muy malas condiciones, sin contar a la gente en condición de calle. El caso del área metropolitana es más grave, dada la concentración de población. En esta área, que comprende el 1% del territorio nacional, viven 14 millones de personas, lo que equivale al 35% de la población del país. Además, el problema sigue empeorando. También hay mucha gente que alquila su vivienda y mientras halla trabajo podrá hacerlo y sino»¦

Lo que ocurre en las provincias o en zonas rurales condimenta aun más el problema. Podemos ver la lucha que llevan los pueblos originarios y campesinos contra empresarios inmobiliarios, sojeros, mineros, etc., que muchas veces el defender su territorio de estos usurpadores les cuesta la vida. Por otro lado los jóvenes que se animan al «progreso» son empujados a las grandes ciudades (Buenos Aires es uno de los destinos más elegidos) en busca de empleo y de un mejor estilo de vida, pero lo que puede ofrecer Capital Federal como tantas otras ciudades, en una crisis terminal del sistema, con poca oferta laboral y muchos requisitos de contratación, son malas condiciones de trabajo, tercerización, etc.. Lo que deriva en lo que será la calidad de vida de esta persona, hacinarse en alguna parte de la ciudad en muy malas condiciones.

Algunos ejemplos:

Hoy, un tarefero en Misiones gana $700. Hoy el salario mínimo es de $2600. Un obrero de la construcción con categoría oficial, que es la más alta, gana $3000 por mes. En los subsidios a los pobres con planes y asignaciones, ya ni se habla de trabajo.

¿Podemos hablar de vida digna? No. Entonces es hora de pensar un cambio.

*Fuente: Periódico El Roble



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba