21/04/2009

«Sigo los pasos de mi hermana, una luchadora»

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Romina Tejerina, desde hace seis años en el Penal de Mujeres Nº3 de la ciudad de San Salvador de Jujuy, ha sufrido en carne propia toda forma de violencia que el sistema patriarcal, machista le depara a las mujeres. La Comisión por su libertad fue a visitarla y poder ver en qué situación se encuentra. Se encontraron con una Romina fortalecida y valiente, que sigue los pasos de su hermana en la lucha y denuncia cualquier irregularidad para con ella y sus compañeras. Por ANRed, desde Jujuy


La estábamos esperando. De repente entró, con una gran sonrisa en sus labios, con un brillo en los ojos, con un ímpetu adolescente, que nos arremolinó en torno a ella. Se la veía muy bien. «Chicas, desde que supe que venían, ¡estoy con más pilas!», fue lo primero que dijo al vernos.

A pesar de las situaciones padecidas Romina está de pie, una vez más, para dar la pelea por su libertad. «Esta mañana me levanté con todas las pilas. Por si quieren visitar la celda, me puse a ordenar mi ropa, mis cosas. Me levanté con la mejor onda».

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Al fundirse en un abrazo con las mujeres de la Comisión se dio un encuentro que tuvo mucho de emoción, de mutua demostración de fuerzas para seguir en la lucha, pero también mucho de denuncia, de intercambio de palabras contra la injusticia, debido a las condiciones en las cuales se encuentran Romina y otras, muchas Rominas en el sistema carcelario para mujeres.

La primera denuncia de su situación surge sobre la pregunta de que sucedió posteriormente a la agresión por parte de otras reclusas y el aislamiento al que fue sometida a principios de marzo de este año, a lo cual respondió: «Tengo miedo de que me quieran pegar, que me hagan algo. Y ahora con esto que sucedió hace poco, peor. Trato de no ir donde ellas están. Es muy feo, porque no tengo libertad para salir sola, ni nada. Ando perseguida, asustada que me van a agarrar de atrás. Es como que me buscan la manera de hacerme quebrar. Me gustaría estar tranquila para poder estudiar, sin tener que estar nerviosa o tensa.»

No fue fácil la vida para ella en estos 6 años. Como un breve repaso de lo ocurrido en ese tiempo, Romina relata sus días desde que llegó al Penal.

«Fue re difícil. El día que yo llegue acá, estaba con mi mamá, mi papá, y la oficial de San Pedro que me trajo. Cuando entré me puse a llorar, fue horrible despedirme de ellos, me dieron cinco minutos para despedirme, ellos lloraban.

Después me ponen en la celda, en el pabellón donde había chicas por homicidio. Venían chicas que me querían pegar, me insultaban, no podía salir afuera que recibía insultos. Que guasa de acá, guasa de allá, que mataste a tu crío. Por eso es que yo no salí para nada. Me mandaban a trabajar, a cortar el pasto con machete, yo nunca había agarrado un machete, tuve que cortar toda la cancha. Hacia todo lo que ellas me pedían, como lavar los tachos de la cocina.

Después pasé a otro sector. Me pusieron en una celda de madres, para ver cómo reaccionaba yo, cómo me relaciono con los chicos, todo para provocar. Bueno, la cosa es que yo me llevaba rebién con las que estaban conmigo, con los chicos. Hay un chiquito que va a ser mi ahijado ahora. Tiene 4 años, me sigue para todos lados. Su mamá esta acá desde hace 4 años y el de bebe que está conmigo.

Después me sacan de ahí, porque ya era el tiempo del juicio. Me ponen en un sector sola, más tranquila estaba yo. Después me pasan al sector de las menores, donde había unas chicas más conflictivas. La cosa es que debe haber sido la segunda o tercer audiencia que yo tenía, entonces me acusan diciendo que yo había golpeado a uno de los chiquitos de una de las internas que vive conmigo, cuando nunca fue así, ella me atacó ese día. Al chiquito lo tenían en la otra celda con otra interna, y yo salí a gritar a la celadora, porque me querían pegar. Y después para que no le terminen diciendo nada a ella salió a decir que yo le quise pegar al chiquito. La fiscal dijo que yo fui agredida porque le quise pegar al hijo de una interna, aunque el nene no tenía nada cuando lo revisaron.

Es muy difícil la convivencia. Desde junio del año pasado estoy en la fase de prueba, convivo con 5 reclusas. La verdad que yo no me meto con nadie, trato de ser amiga y ayudar si puedo. El problema que tuve hace poco fue porque algunas creen que yo tengo privilegios, cuando en realidad sólo pido los derechos que nos corresponden. Fueron y me agarraron en la cocina cuando estábamos cocinando con otra compañera y me agarraron de atrás. A mi compañera le lastimaron el ojo.

Mi hermana se enteró y se fue a hablar con el director, con el juez. El juez no quiso que me pongan en el sector de menores, que me lleven a otro lado, que vuelva al sector donde estaba, pero no era conveniente si una de las chicas vive enfrente de donde estoy. Y en el sector de la escuelita en un aula me dejaron, aparentemente como medida de seguridad, pero no, si ni psicóloga tenia y al profesor que me venia a explicar Física le dijeron que yo estaba con medidas de seguridad y lo hicieron volver. Todo eso me pasó. No tenía ganas de comer, estaba depresiva, me llevaron un martes y el viernes gracias a mi hermana que se movilizó y puso un habeas corpus me sacaron del aislamiento de ese lugar.

Pero cuando estuve ahí no me pasaban las llamadas, me sacaban al patio por media hora. Y eso fue lo que molestó al director con mi abogada y mi hermana porque ellas dijeron que yo no estaba con medidas de seguridad, que yo en realidad estaba aislada, ¡y era la verdad!

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La posibilidad de estudiar me gusta

Rendí hace un mes Química con 8. Y me queda Física, que el viernes pasado me vinieron a dar una cartilla, y después supuestamente me iban a poner un profesor, un tutor, que si podía me iba a venir a explicar. Me dejó un par de problemas, conceptos de Física. Ahora me tengo que preparar, el 29 de abril rindo.

Mi hermana me inscribió en la Facultad de Humanidades para que estudie Comunicación Social, y me negaron la autorización, porque no tengo la mitad de la condena. Después me autorizaron para que estudie Derecho en Tucumán, y rinda libre. Pero de todos los gastos se tiene que hacer cargo mi hermana, los viajes, la custodia, todo. Entonces, yo tengo entendido que el estado se tiene que hacer cargo de todo eso, pero no.

Me entere hace dos domingos que iba a estudiar, cuando me llamó mi abogada y me dijo tengo una buena noticia para darte, te autorizaron para que estudies en Tucumán. Esa noche no pude dormir, y el poquito tiempo que sí pude, soñaba que quería ser abogada, que iba a tener mi estudio, que decía «señor juez pido la palabra». Siempre me hago la abogada con mis compañeras, yo te voy a defender les digo. Me voy a parar y voy a decir yo quiero la absolución para mi defendida. También me hago la periodista, tengo un micrófono de juguete y les hago entrevistas a ellas.

Mi familia me da fuerzas para vivir

Hay una celadora a la que le hice un habeas corpus porque me persigue, me saca de adentro, me dice las cosas de mala manera. Por ejemplo el otro día vino un pastor de Córdoba, y no lo dejaron pasar, él me traía cosas, mercadería, y le dijeron que se la lleve, que venga al otro día para hablar con el director.

Ella es estricta conmigo nomás, y bueno hice un recurso de amparo, le notificaron al juez Llermanos pero no le dio lugar en la Sala Segunda.

Un recurso de amparo es un trámite interno. Lo hicimos con la Polola, mi compañera fiel, la que me hace el aguante. Con la directora anterior siempre hacíamos recursos de amparo, pero ella los encajonaba y nunca le llegaban al juez. Y un día se destapó la olla y tuvo que mandar un informe, porque ella tenía un montón ahí encajonados. Los duplicados nosotras lo guardábamos. Un día nos cansamos de que no hubiera respuesta y les dimos a los abogados de Derechos Humanos todos los duplicados con las firmas de las oficiales.

La verdad que he ido fortaleciéndome con el apoyo de mi familia, es lo que más fuerzas me da para seguir, porque a veces me caigo, si sigo yo es porque mi familia esta de pie. Y todas las mujeres que me apoyan.

Ayer unas chicas me trajeron el video del Encuentro de Mujeres del año pasado y el anterior. Además recuerdo el Encuentro cuando fue acá en Jujuy, que yo no podía ver bien, estaba prendida de la reja mirando las banderas, las pancartas. ¡¡Como me gustaría participar!! El día que salga me va a faltar el tiempo para hacer tantas cosas. Voy a seguir los mismos pasos de mi hermana, voy a ser re luchadora. Mi hermana es así, aprendí de ella, si veo alguna irregularidad o alguna injusticia o alguna compañera se la llevan sin razones al «chancho» (celda de aislamiento) yo me voy a comunicar con los abogados de Derechos Humanos. Cualquier cosa que veo y es una injusticia, no me la banco. Por ejemplo, la semana pasada pusieron en el «chancho» a una chica que se portó mal, según las celadoras, y hoy a la mañana la sacaron.»

Mientras seguimos atentamente sus palabras, nos mira con ternura. Ya llegaron al Penal la madre de Plaza de Mayo -de Quilmes- Cristina Cabic y las diputadas nacionales y provinciales. Se va a recibirlas, y nosotras nos quedamos recordando una parte especial de la canción de las movilizaciones. Por ella, por todas, PARA ROMINA LA LIBERTAD.

Ernestina Arias


Audios:

 Romina Tejerina

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