Formosa: Marcelino Olaire y la crueldad del sistema de salud con los pueblos originarios
Marcelino Olaire fue internado hace un año en el Hospital Distrital Nº 8 Eva Perón. Su padre fue a visitarlo y le informaron que se había «escapado”. La familia inició una búsqueda desesperada, realizó la denuncia y se abrió una causa por «Averiguación de paradero”. Cuando la justicia requirió informes a la institución hospitalaria, ésta notificó que el paciente había sido «derivado” al Hospital Central Dr. Ramón Carrillo. Allí lo visitó su madre, pero cuando regresó ya no estaba. La abogada de la familia dice que la causa está paralizada. Por Liliana Giambelluca para ANRed
La ausencia de políticas públicas en favor de los pueblos originarios en la provincia de Formosa atraviesa la totalidad de sus vidas: territorialidad, vivienda, educación y de manera alarmante la atención de la salud en los hospitales públicos. Allí donde el alivio del sufrimiento y la cura de la enfermedad requieren procedimientos profesionales adecuados, trato digno y respetuoso, se mantiene esposado a la cama a un referente indígena accidentado y se niega el traslado en ambulancia a una parturienta, a sabiendas que con su bebé muerto deberá recorrer 140 kilómetros en bicicleta hasta llegar a su hogar.
Estas experiencias inconcebibles las sufrieron originarios formoseños de la comunidad qom Potae Napocna Navogoh, donde hasta hace un año vivía Marcelino Olaire. Son prácticas de intervención sanitaria habituales en la provincia que evidencian la falta de intención de logros terapéuticos y que la «Formosa inclusiva”, sólo es un slogan político.
«Aparición con vida de Marcelino Olaire”
Hasta que no intervino la justicia, Marcelino Olaire se había «fugado” del Hospital Distrital Nº 8 Eva Perón, de Formosa Capital, donde fue internado el 8 de noviembre de 2016 por su madre, Zulma Sanagachi. El joven padece esquizofrenia y ese día había tenido una crisis.
Su paradero era un misterio y la búsqueda por parte de su familia resultaba un calvario porque carecían de comunicación oficial sobre su destino. Entonces regresaban una y otra vez al hospital. Los derivaban de un lugar a otro, siempre mediante información extraoficial. Cuando acudían a esos sitios, ni siquiera encontraban a la persona que supuestamente tenía los datos que los orientaría.
En la red social Facebook, la familia abrió la página «Aparición con vida de Marcelino Olaire”; en tanto, Joaquín Ramón Sanagachi, tío de Marcelino, resolvió realizar la denuncia en la Subcomisaría del barrio Namqom, donde refiere que su sobrino «se fugó del Hospital Distrital N° 8, Pabellón Salud Mental”. Luego debió recorrer varios organismos hasta que finalmente intervino la justicia. El juez Enrique Javier Guillén, del Juzgado de Instrucción y Correccional N° 3 de Formosa, abrió la causa «Olaire, Marcelino s/ Averiguación de paradero” y ordenó el libramiento de oficios a diversas instituciones.
El más importante, hasta ese momento, era el requerimiento al Hospital Distrital N° 8 Eva Perón. La institución hospitalaria, que durante meses le negó una respuesta oficial a la familia y le hizo creer que el joven se había fugado, informó al juez Guillén que Marcelino Olaire ingresó el 08/11/2016, a las 17:30 horas, le indicaron estudios de laboratorio, RX y electrocardiograma, y se solicitó evaluación en el Servicio de Salud Mental del Hospital. Las psicólogas que lo atendieron «derivan al paciente para evaluación psiquiátrica al Hospital Central”.
Marcelino Olaire ingresó al Servicio de Emergencia del Hospital Central Dr. Ramón Carrillo el mismo día a las 19:40, según consta en la planilla de ingreso.
Después de tanto andar, para la familia fue un alivio esa información y al Hospital Central fue Zulma a visitar a su hijo, a quien apodan «Cheli” y tiene 31 años de edad. Hubo reencuentro y alegría, pero cuando la madre regresó a visitarlo, la historia se repitió: el joven no estaba en la institución y todo volvió al punto de partida.
Una vez más se evidencia la crueldad del sistema público de salud con los pueblos originarios. Es en la atención y en la interacción de los sectores más vulnerables donde estas instituciones deberían poner el esfuerzo para revertir la matriz de aprendizaje y el paradigma sanitario que atraviesa la cultura hospitalaria. Impulso transformador que nadie se muestra propenso a realizar. Ahora es la Justicia quien debe activar la búsqueda y las dependencias públicas, devolverlo a la familia.
«Marcelino Olaire fue desprotegido por los hospitales y por las instituciones que deben buscarlo”
La abogada Paula Mercedes Alvarado, quien lleva el patrocinio letrado de la familia Olaire, informa a esta cronista el estado de la causa.
Las instituciones que se encargan de informar la desaparición de personas, ¿han iniciado la búsqueda de Marcelino Olaire?
Aunque fue requerido, sus datos no están cargados en el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas, sí figura su foto y su nombre en la Dirección General de Registro de Personas Desaparecidas, ambas dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
¿En qué estado se encuentra la causa?
La causa es por averiguación de paradero y no ha tenido avances, sólo se han librado oficios a distintas dependencias.
Ante el requerimiento de la Justicia, ¿qué respondió el Hospital Distrital N° 8 Eva Perón?
Que Marcelino Olaire fue derivado el 8 de noviembre de 2016, en horas de la tarde, al Hospital Central Dr. Ramón Carrillo.
Consulté al referente qom Félix Díaz, tío de Zulma Sanagachi, y me informó que su sobrina visitó a su hijo al hospital donde fue derivado y cuando regresó en otra oportunidad ya no estaba.
No tengo noticias que lo haya visitado, pero sí que el Hospital Eva Perón lo derivó a ese centro de salud. Marcelino padece de esquizofrenia.
El Hospital Central Dr. Ramón Carrillo, ¿respondió porqué Marcelino ya no está internado allí?
No, sólo informó el ingreso.
¿A qué otras instituciones se libraron oficios?
A la Comisaría de Namqom, a la jefatura de la Unidad Regional de la Subcomisaría de Laguna Naick Neck y destacamento La Primavera. También a las fuerzas de seguridad, Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Departamento Secretaría General y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Formosa. A través de la división convenio policial argentino se requirió colaboración en la búsqueda a las demás dependencias del país.
A pesar de los reiterados reclamos, la familia Olaire nunca recibió información oficial acerca de la situación de Marcelino y la búsqueda para ellos fue, y sigue siendo, muy dura.
Así es. Lamentablemente las comunidades indígenas han naturalizado este sistema injusto que padecen.
Se cumplió un año desde que la familia de Marcelino vive esta incertidumbre y destrato por parte de las instituciones hospitalarias, ¿qué reflexión le merece?
Formosa es un feudo, esta situación es terrible porque estamos hablando de la negación del derecho a la vida que debe garantizar el Estado, y estamos hablando de un sistema perverso porque Marcelino Olaire primero fue desprotegido por los hospitales que debían cuidarlo y ahora por las instituciones que deben buscarlo.
La odisea de la familia Olaire
Marcelino «Cheli” Olaire estaba bajo tratamiento psiquiátrico, aunque no siempre tenía posibilidades que conseguir la medicación que lo estabilizaba. El 8 de noviembre de 2016 tuvo una crisis nerviosa prolongada y su madre llamó al centro de salud comunitario, según informó la familia en la página de la red social Facebook, creada para difundir la desaparición de Marcelino.
Hasta la comunidad qom Potae Napocna Navogoh (La Primavera) llegó la ambulancia con el médico Julio César Scalora y el agente sanitario Pérsida Velázquez. Le aplicaron una inyección y resolvieron trasladarlo al Hospital Distrital N° 8 Eva Perón, situado en Formosa Capital.
En la ambulancia que trasladó a Marcelino viajaron los profesionales de la salud que lo asistieron y su madre. Marcos Olaire, padre del joven, no pudo acompañarlo porque «eran muchos”, le dijeron. El chofer del vehículo era Germán Machagayk, acompañado por Eliseo Machagayk.
Durante el traslado, la madre recuerda que su hijo «hablaba, estaba bien y tranquilo”. Cuando llegaron al Hospital Distrital N° 8, Marcelino fue atendido por la médica Lucía Centurión y el médico Scalora lo internó en el área de Salud Mental. Zulma regresó a la comunidad.
El 18 de enero de este año, Marcos Olaire fue a visitar a su hijo pero no lo encontró. En el hospital le dijeron que se había escapado. A partir de ese momento, los miembros de la familia iniciaron una búsqueda que se trasformó en una odisea porque carecían de información oficial sobre su destino, sólo les llegaban «comentarios”.
El 25 de enero, Joaquín Ramón Sanagachi, tío de Marcelino, realizó la denuncia en la Subcomisaría del Barrio Namqom, donde refiere que el joven «se fugó del Hospital Distrital N° 8, Pabellón Salud Mental”. Allí le sugieren que también realice la denuncia en la División de Trata de Personas del Departamento de Informaciones de la Policía de Formosa. El trámite se derivó a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) del Ministerio Público Fiscal, donde se abrió un sumario. Luego tomó intervención el Juzgado de Instrucción y Correccional N° 3 y el juez Enrique Javier Guillén abrió la causa «Olaire, Marcelino s/ Averiguación de paradero”.
Foto de Marcelino Olaire y de Zulma Sanagachi: Facebook «Aparición con vida de Marcelino Olaire”
Documentos de la causa: Gentileza Dra. Paula Mercedes Alvarado
Foto de la Dra. Paula Mercedes Alvarado: ANRed