23/06/2017

Justicia por Rumilda Maldonado

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Ayer a las 10 de la mañana familiares de Rumilda Maldonado se presentaron junto con la abogada Pía Garralda en los Tribunales de 8 entre 57 y 58 para pedir al Juez Fernando Mateos que la causa por la muerte de su hermana, en instancias de averiguación de causales en la UFI Nº 4 sea trasladada a la UFI 13 para que avance desde una perspectiva de género. El secretario del Juez prometió que hoy el fiscal general determinaría el pase o no pero todavía no hay novedades. Las cinco hermanas de Rumilda reclaman específicamente que se investigue la implicación de Osvaldo Recalde, quien era su pareja, teniendo en cuenta que él ejercía sobre ella maltrato físico. Recalde sospechosamente salió ileso tras el incendio que se desató en la vivienda del barrio San Carlos donde convivían, mientras que a Rumilda las llamas le quemaron el 60% del cuerpo y fue rescatada por un vecino. Por ANRed.


A casi dos meses del abrupto incendio que terminó con la vida de Rumilda Maldonado y previendo la cercanía de la feria judicial, las familiares de Rumilda se presentaron junto con otra de sus hermanas y con su abogada Pía Garralda a los tribunales penales platenses porque la Fiscalía N.º 4 a manos del fiscal Cartasegna permanece intervenida desde mayo y todas las investigaciones a su cargo no avanzan, incluída la que debería investigar las circunstancias y causales de la muerte de Rumilda el pasado 24 de abril. El pedido para que la causa deje de estar a cargo de la UFI 4 y pase a la UFI 13, especializada en violencia de género fue dirigido a el Juez Fernando Mateos.

Mientras esperaban su atención, Anselma, una de las cinco hermanas de Rumilda explicó: «tenemos claves y hemos presentado todas las pruebas pero hasta ahora nadie nos llamó para testificar nada porque supuestamente habría sido mi cuñado desde un principio quien le salvó la vida a mi hermana y a su hijo, mi sobrinito, y resulta que un vecino fue quien la sacó de la casa y mi cuñado estaba afuera parado sin hacer nada. Entonces nosotros eso es lo que pedimos: que busquen, que llamen a los testigos que saben qué fue lo que pasó. Pero hasta ahora a nadie nos llamaron para testificar, por eso nosotros exigimos justicia”.

Dentro de la fiscalía retumbaban los redoblantes y los cánticos de las militantes de la organización feminista Las Rojas quienes colgaron en las rejas del edificio judicial una gran bandera roja con la proclama «destitución de todos los jueces y funcionarios que amparan femicidas y violadores” y varias imágenes de Rumilda.

Dos niños de unos doce años sostenían carteles que pedían justicia por ella, por su tía. Osvaldo Recalde no estuvo presente en la vereda ni al interior del tribunal, solo en el canto que brotaba del megáfono pidiendo su detención. «La presión que hacemos hoy es para que la causa se mueva, pero no en abstracto sino a la que tiene perspectiva de género, que dentro de lo que hay en el Estado es lo más progresivo” señaló una de las militantes.

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Anselma pide justicia tanto por la muerte de su hermana como por su sobrino de dos años que sobrevivió al incendio pero está separado de su hermano. «Mi cuñado hasta ahora no nos dejó más ver a mi sobrinito y está mi otro sobrino, el hermano mayor, que no puede ver a su hermanito porque no lo deja. Nosotros desde un principio mantenemos la sospecha que él fue el que hizo algo porque fue muy raro la circunstancia del incendio: mi hermana se quemó el 60% del cuerpo y mi sobrinito un 16 % y este tipo ni siquiera se le quemó el pelo ni la mano. Porque desde el primer instante dijo una cosa, a las dos o tres días cambió su versión entonces nosotros por eso exigimos que se aclare porque están mis dos sobrinos que están separados y mi sobrinito el mayor ni siquiera duerme porque le extraña al hermano”.

Majo es militante de Las Rojas y trabajadora desde hace 17 años en la Torre 1 donde funciona el Ministerio de Asuntos Agrarios. Allí también trabajó Rumilda como maestranza durante 9 años. «La conocí en la lucha por el pase a planta de los trabajadores precarizados de maestranza. El recuerdo de ella es el de cruzarnos, de las reuniones, de tomar mate cuando las compañeras venían a las oficinas. Ella era muy reservada, muy alegre y amable; esas chicas perfil bajo re agradables pero que no hablaba. Entonces sus compañeras y amigas más cercanas que también trabajaban en la Torre son las que sabían que a Rumi le pasaba algo y que estaba sufriendo violencia de género, que venía con el cuello marcado porque estaba con bufanda en pleno enero, que a veces venía muy triste, que ya Recalde le había pegado varias veces, también violencia a nivel económico. Después de que Rumi murió empezaron a deducir muchas cosas de lo que le pasaba con esas situaciones de violencia, ella estaba embarazada de cuatro meses y la respuesta a una amiga fue «¿y qué voy a hacer yo?, si no tengo donde ir con mis hijos y con uno en camino”.

Finalmente luego de unas dos horas de espera el secretario del Juez Mateo recibió a la abogada y las hermanas de Rumilda. En la reunión les informó que mañana, es decir el día de hoy, el pedido que hicieron pasará a manos del Fiscal General quien determinará si la causa pasa a la UFI N.º 13 o no. Esto es decisivo para que la investigación avance desde una perspectiva de género y las hermanas de Rumilda reconocen también la importancia de la presión de esa manifestación en la entrada al tribunal. Anselma contó que «estamos con Pía que es la abogada, con Majo que es de la Torre, que son todas amigas y compañeras de mi hermana que falleció. Ellas nos conectaron y gracias a dios las tenemos a ellas, a todas las mujeres que están en la lucha contra el femicidio entonces nos encontramos acompañadas de esa forma pero ahora no vi nada que la justicia esté haciendo no solo por nosotras sino por todas por eso es que estamos acá”.

Allí en la vereda, luego de conseguir una respuesta por parte del secretario del Juez Mateos y de que la entrevisten desde algunos medios locales, Anselma recordó por qué el 3 de junio se paró en el escenario del Ni Una Menos de La Plata frente a miles de mujeres para pedir justicia por su hermana. «Nosotras fuimos al Ni Una Menos a presentar ahí lo que nos pasó. Yo hace años veo en mi casa las noticias pero nunca pasó por mi cabeza estar en una situación ahora como me encuentro como esas mujeres también, por eso ahora les quiero hacer gritar bien fuerte a todas esas mujeres que escuchan que ven la noticia que pasa un femicidio y están en sus casas que se levanten y vayan a las calles donde haya un encuentro de mujeres a pedir justicia y lo que sea. Así aunque podemos salvar a unas que es la lucha de todas las mujeres. Yo ahora estoy acá, y ahora pidiendo así, anteriormente no pensaba así pero ahora me encuentro indignada, impotente; no sé a quién pedir ayuda porque nunca pasé por esto no sé qué es justicia pero confío y quiero confiar. Por eso estoy acá”.



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