¡Nos queremos vivas! Otro grito que se alza desde Oaxaca

Desde México, Atziri Avila, comunicadora social feminista y defensora de DDHH, compartió con Enredando las Mañanas las razones que motivaron que organizaciones de mujeres, feministas y de DDHH emitieran en las últimas semanas un comunicado alertando acerca del incremento de los feminicidios en el Estado de Oaxaca. Por RNMA

Por estos días, uno de los grandes temas que nos ocupa en Argentina es la tercer marcha del #NiUnaMenos, que viene instalándose desde 2015 y pone en agenda la discusión y luchas contra las violencias machistas y el femicidio.

Estas violencias, lejos de ser restringidas a la realidad nacional, atraviesan las estructuras sociales de punta a punta del continente, sostenidas por un patriarcado que se nutre de las raíces occidentales y matrices ancestrales.

El pasado jueves 25 de mayo organizaciones feministas, de mujeres y de derechos humanos de Oaxaca (México), emitieron un comunicado con centenas de firmas de personalidades y organizaciones del continente, denunciando el aumento de los feminicidios en el Estado y la insuficiencia de las políticas públicas, así como el papel de los medios de comunicación.

Desde el programa Enredando las Mañanas nos comunicamos con una de las impulsoras de esta denuncia, Atziri Avila, comunicadora social feminista y defensora de DDHH.

En primer lugar, desde esta perspectiva que hermana las luchas y resistencias contra las violencias contra las mujeres en cada lugar, Atziri rescató el papel de la consigna del #NiUnaMenos, planteando que «en México y en Oaxaca particularmente, hemos visto como un referente a las compañeras de Argentina, a ustedes, que se han movilizado y que se han organizado en torno a la violencia machista. Nosotras hemos seguido muy de cerca desde hace dos años como decías, el grito del «˜Ni Una Menos»™ y hemos intentado también replicar (…) hermanándonos a la distancia”.

Judith Santiago en México: mujer y periodista

El comunicado fue una iniciativa surgida a partir de uno de los últimos feminicidios, el de Judith Paula Santiago, una comunicadora comunitaria, asesinada en su negocio local.

Al respecto, Atziri sostiene que, en general, desde las organizaciones feministas y de mujeres exigen que «los asesinatos contra las mujeres tienen que empezar a investigarse primeramente como feminicidios, pero también tienen que investigarse todas sus labores a las que ellas se dedican, y esto de la comunicación sabemos que en México es un derecho que nos ha tratado de ser coartado y que ha sido también violentado”.

Pero, a pesar de la especificidad del asesinato de Judith, el comunicado fue una estrategia que busca poner en el tapete el terrible número de muertes de mujeres a manos de sus parejas y de la violencia machista.

La activista feminista explica: «desde diversas organizaciones y redes feministas se ha lamentablemente tenido que acudir a la sistematización de los asesinatos de mujeres, porque, por una parte, las autoridades no lo hacen, no hay datos oficiales que puedan arrojar cuántos feminicidios han existido y qué acciones se han tomado para evitar que sigan incrementándose. La impunidad es otro de los factores que nos ha llevado a tener que asumir esa responsabilidad para evidenciar que efectivamente existen los feminicidios, que nosotras no hablamos de la nada, sino más bien que con datos duros hemos llegado a las instancias locales y también internacionales a visibilizar esta problemática”.

La mayor preocupación, comparte, es que estas muertes se naturalicen, «que se normalice el hecho de encontrar a las mujeres desnudas en las calles, que se normalice el hecho de que un hombre, un esposo, un novio, pueda tomar un cuchillo, una pistola y asesinar a su pareja sentimental”.

Acción local y solidaridad internacional

El femicidio de Judith encendió una nueva alarma, pero no fue el único. Atziri nos dice que «han surgido otros [feminicidios] en estos días también y vimos esa necesidad de hacer un llamado a la solidaridad internacional y afortunadamente hemos tenido una respuesta muy satisfactoria, que nos ha permitido el hecho de decir sigamos tejiendo redes, generando otras acciones que no sean solamente el comunicado sino que pudieran también generar más movilización”.

Y en esa construcción de redes y acciones solidarias feministas, Atziri recupera la convocatoria del 3 de junio, «queremos impulsar también acciones en la calle, como Marta Dillon y otras compañeras dicen, «˜poner el cuerpo en la calle»™, estamos viendo también actividades en las comunidades, de prevención, de atención a la violencia. Porque en Oaxaca vivimos en un contexto más rural, de pueblos indígenas, donde también hay otros usos, costumbres, que también han violentado el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. Desde los matrimonios infantiles, el machismo de poder hacer con el cuerpo de las mujeres lo que quieran. Entonces van desde la prevención, la atención a la violencia, la exigencia a las autoridades locales, a las autoridades federales”.

El reclamo al Estado en México se plante en términos de declaración de «alerta de género” ante el incremento de los feminicidios, y la activista explica que ya se ha pedido en diversos Estados del país, como México y Morelos, y que se está valorando como estrategia de las organizaciones en Oaxaca.

Medios y redes

Una de las preocupaciones centrales que plantea Atziri es el papel que están cumpliendo los medios de comunicación al exponer los cuerpos de las mujeres víctimas en los medios. La comunicadora entiende que «el hecho de poner los cuerpos desnudos, que efectivamente es parte de la realidad, está generando también más miedo, más temor entre las propias mujeres”.

Ante el incremento del miedo y la posible naturalización de la violencia femicida, las activistas feministas sostienen que «el tejido de las redes entre nosotras es la opción más efectiva, el sabernos acompañadas, el sabernos empoderadas también porque este hecho no significa que vamos a tener que mermar nuestro trabajo ni como comunicólogas, ni como defensoras, ni como mujeres de a pie, sino que más bien tenemos que estar exigiendo, uniendo las voces para poder poner un alto a esta tipo de violencia, que es una violencia generalizada”. Como recupera Atzira, «nos tenemos para nosotras mismas y creemos en seguir construyendo nosotras sin dejar de exigir al Estado que cumpla con su responsabilidad de garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y cesar también con este machismo”.
Feminicidio, la figura penal y un protocolo.

Ante la pregunta acerca del estatus jurídico del feminicidio, la comunicadora explica «en Oaxaca tenemos un protocolo para juzgar con perspectiva de género. El feminicidio también está tipificado y como feministas hemos impulsado que las investigaciones de todos los asesinatos contra las mujeres, sean tipificados de un primer momento como feminicidios y que ya en base a las investigaciones, se vaya descartando si fueron las características o si se tipifica de otra manera”.

Sin embargo, afirma, en el Estado de Oaxaca «no siempre se cumple, siempre el asesinato de una mujer lo vinculan con crímenes pasionales, con otro tipo de acciones, que no necesariamente tienen que ver con su condición de género (…) Ese es uno de los retos, el hecho de que se juzgue con perspectiva de género y, sobre todo, que haya justicia, porque hemos documentado y acompañado casos de jóvenes que han sido asesinadas por sus novios y que los encarcelan, pero poco a poco, con el transcurso del tiempo, les van quitando los cargos para dejarles como el menor tiempo de cárcel posible y que puedan salir libres. Esto ha sido un trabajo adicional que hemos tenido nosotras que hacer, estar permanentemente vigilando y acompañando a las familias que no solo enfrentan el dolor de la pérdida de un ser querido, de una hija, de una hermana, etc., sino que enfrentan este dolor, esa impotencia, antes las autoridades que son cómplices de los feminicidas”.

Finalmente, Atziri afirmó que desde Oaxaca se sienten «hermanadas profundamente con ustedes, tenemos un ejemplo muy grande a seguir, y también estamos pendientes de todo lo que sucede (…) en Argentina, porque la lucha no es una lucha local, sino sabemos que es una lucha contra el sistema, contra políticas neoliberales patriarcales, racistas, machistas, y que eso no lo podemos superar si no estamos juntas y juntos”.

¿Femicidio o feminicidio?

Aunque en Argentina está instalado casi con exclusividad el término «femicidio», en México se utiliza más frecuentemente el de «feminicidio». Al respecto, y aunque muchas veces se utilicen como sinónimos, existen diversos trabajos académicos y jurídicos que distinguen entre el femicidio como «la muerte violenta de una mujer cometida por un hombre por el simple hecho de ser mujer, con independencia que ésta se cometa en el ámbito público o privado y que exista o haya existido o no, alguna relación entre agresor y víctima» y el feminicidio con el «conjunto de hechos que contienen los crímenes y las desapariciones de mujeres cuando concurra, el silencio, la omisión, la negligencia, la inactividad de las autoridades encargadas de prevenir y erradicar estos crímenes» o cuando el Estado no da garantías a las mujeres y no crea condiciones de seguridad para sus vidas. (Fuente: elderecho.com)

*Atziri Ávila es comunicóloga social y defensora de los derechos humanos, integrante de diversas organizaciones y redes feministas en México como el Colectivo por la Ciudadanía para las Mujeres, Mujeres por Comunidades Igualitarias, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de los Derechos Humanos (IM-Defensoras). Colabora en la plataforma latinoamericana de mediactivismo Facción Latina y con diversos medios de México y Latinoamérica.